miércoles, 11 de abril de 2012

PRÁCTICA 2



ANÁLISIS DE UNA ENTREVISTA




LENGUAJE VERBAL/TEXTUAL

http://www.archivodelaexperiencia.es/testimonios/detail.php?id=1391172

Encabezamiento
Esta práctica, análisis de una entrevista, consiste en esbozar a través de una experiencia personal cada uno de sus aspectos tanto verbales como no verbales, incluyendo los conductuales, para así obtener la máxima información posible. Para ello contamos con las técnicas aprendidas en las asignaturas de habilidades de comunicación. De este modo aplicar todas estas técnicas, en casos reales pero no directos, nos va a permitir saber extraer todos los datos sin limitarnos a los aspectos visibles.

Ficha del caso:
Nombre: Beatriz.
Edad: aproximadamente 60-65 años.
Sexo: Mujer
Estado civil: desconocido.
Familia: huérfana, actualmente se desconoce.
Tema: abusos infantiles en orfanatos religiosos durante el franquismo.

Análisis textual o verbal de las ideas centrales: presuntos abusos infantiles en orfanatos de carácter religioso e impedimento para la realización de estudios superiores. 



Beatriz describe diferentes acontecimientos que sufrió durante su niñez, adolescencia y comienzo de madurez, en la institución religiosa donde vivía.


Comienza señalando algo que le influirá a lo largo de su experiencia; su amor  por los estudios y facultades en éstos; “Y yo me acuerdo, que antes de darme la beca para hacer bachiller, porque yo era superdotada”. 

A continuación y como nudo de la entrevista, va destacando las vivencias que mantiene más latentes, y que coinciden con los recuerdos más desagradables. Revelando una amargura e injusticia que no llevó al olvido. Algunos de estos hechos son lo mal alimentados que estaban los huérfanos, donde además de pasar hambre el menú no variaba y se encontraban hasta bichos; también la indignación de tener que acompañar de pequeña a las monjas, a  cobrar al Ministerio de Justicia donde había un señor mayor que la sentaba en sus rodillas. En este momento Beatriz muestra enfado “no sé lo que ese imbécil hacía conmigo, sinvergüenza o malnacido, pero yo no sé, eso sí que me tenía que sentar encima de él porque la monja me insistía y él me cogía y yo pues como que me sentaba ahí”; Los castigos que recibía, le quitaban el uniforme para ponerle uno de artillera, la dejaban en el patio o en unas escaleras de mármol hasta que pedía perdón.


Concluyendo la entrevista vuelve a hacer hincapié en lo importante y positivo de su vida, los estudios “pues lo mejor que yo podía tener en la vida era estudiar, y la mayor ilusión”. Sin embargo finaliza con un sabor agridulce porque hasta en lo que más disfrutaba encontró restricciones, ya que llegó a acceder a la Universidad pero no pudo elegir lo que realmente deseaba “no me dejaron estudiar una carrera que yo quería ser cirujano porque era roja”. Esto lo cuenta con evidente emoción de nostalgia y tristeza.



LENGUAJE NO VERBAL


A lo largo de la entrevista, Beatriz, se enfrenta pocas veces a los ojos de la cámara, tiene la cabeza cabizbaja y mira al suelo la mayor parte del tiempo. Esto puede resultar desconcertante o invitar a la distracción de los oyentes, pero sencillamente es un rasgo de timidez o inseguridad, no debe de encontrarse muy cómoda al ser grabada o abrirse a desconocidos. El esfuerzo de recordar influye a la dirección ladeada de los ojos.


Sin embardo se van intercalando pequeñas y fugaces miradas al frente, coincidiendo con los puntos de mayor énfasis para ella (como  los diversos abusos o su interés por los estudios), en los que mantiene la mirada, colocándose más erguida y seria, como queriendo dar más credibilidad y fuerza a sus palabras. Haciendo partícipe al entrevistador de sus sentimientos más profundos, suspira y hace largos silencios tras estas manifestaciones.


Es una mujer con poca expresividad, más o menos mantiene un rictus serio, con cierta desgana y tristeza. Se percibe algo inquieta, con síntomas de nerviosismo: voz temblorosa, se humedece los labios, por lo que entendemos que se le seca la boca. Habla despacio, pausadamente, guarda silencio  y toma aire antes de entrar en otro tema. Cuando es desagradable el recuerdo mueve la cabeza ligeramente en dirección contraria, frunce el ceño, eleva la voz y aumenta la velocidad del habla, manifestando negatividad y descontento.


CONTEXTO


Beatriz vivió una época muy distinta a la nuestra, la posguerra española, después de la guerra civil con el consiguiente triunfo del franquismo.


Las consecuencias de la guerra fueron muy diversas; económicas, sociales, morales..etc. La renta nacional y per cápita no recuperará el nivel de 1936 hasta la década de 1950. También trajo consigo la recuperación de la hegemonía económica y social por parte de la oligarquía terrateniente, industrial y financiera. Paralelamente, se dio la pérdida de todos los derechos adquiridos por los trabajadores. Supuso una verdadera fractura moral del país. Varias generaciones marcadas por el sufrimiento de la guerra y la represión de la larga posguerra.


Las bases de la dictadura fueron entre otras el nacionalismo español, el catolicismo y el anticomunismo, que sirvieron de apoyo a un gobierno de dictadura militar autoritaria autoproclamado como “democracia orgánica” en oposición a la democracia parlamentaria.


La posguerra en España, se vivió con mucha hambre, había cartillas de razonamiento, el periodo de guerra había dejado a una población abatida, que estaba cansada de los horrores de la guerra y buscaba la paz, o una tranquilidad que se le asemejara.


En el testimonio, nuestra protagonista habla de lo dura que era la vida en los internados y orfanatos durante la posguerra, no estaban muy regulados ni bien atendidos. Siempre a cargo de organismos religiosos, se reflejaba la estricta educación del régimen, con valores católicos en torno al premio, pecado y castigo. La comida era carente, repulsiva y repetitiva. Las monjas actuaban con dureza, inculcando un modelo educativo muchas veces agresivo y maltratador ,vacío de cariño y afectividad.

Hace constancia de su ideología porque cuenta que en los castigos le quitaban el uniforme y le ponían uno de "artillera", de soldado, también se llama asimisma "roja" cuando alude al motivo que le impidió elegir qué estudiar. 

Beatriz fue una niña más de la guerra, hacinada en un orfanato de los muchos de la época destinados para hijos e hijas de familias republicanas.Donde la libertad, los sueños, los deseos y el porvenir eran cuestionados y supeditados por el régimen del miedo y la censura. Algo que le influyó hasta no poder decidir lo que realmente quería estudiar por considerarla “roja”.

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